Primer
día
Segundo
día
Tercer
día
Cuarto
día
Quinto
día
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Séptimo día
Octavo día
Noveno
día
Décimo día
Décimo
primer día
Décimo
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Décimo tercer día
Décimo cuarto día
Décimo
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Vigésimo día
Vigésimo
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Vigésimo séptimo día
Vigésimo octavo día
Vigésimo
noveno día
Trigésimo
día
Ultimo día
Bajo su manto me amparo, con sus frutos me alimento, con el Pan
Eucarístico que me proporciona.
Me
arrojo en sus brazos y Ella me estrecha contra su corazón. La
escucho y su palabra me instruye. La miro y su belleza me alumbra.
Si
estoy débil me sostiene, la invoco y su bondad me atiende. Si
enfermo me sana, si muerto por el pecado me da la vida de la
gracia.
En
la lucha me socorre, en la tentación me auxilia, en la angustia
me consuela, en el trabajo me sostiene, en la agonía me acompaña.
Cuando
voy a Jesús, me conduce, cuando llego a sus pies, me
presenta.Cuando le pido favores, me protege.
Si
soy constante en mi súplica, me escucha. Si la visito me atiende.
En la vida me guía al cielo y en la muerte recibiré de sus manos
la eterna corona.
Que
buena es María, que dulce y hermosa es!
Nuestra
Señora del Santísimo Sacramento.
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Acordaos, ¡oh piadosísima
Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra
asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también
acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el
peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia
soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas, antes
bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés delante del
Señor, de decirle cosas buenas de mí. "Recordare, Virgo Mater Dei,
dum steteris in conspectu Domini, ut loquaris pro nobis
bona".
(Oración
de la Misa de María Mediadora de todas de todas las
gracias)
Honrando
a la Virgen Santísima, Glorificamos a Dios
"...Nunca
pensáis en María, sin que Ella en vuestro lugar
piense en Dios. Nunca alabáis
ni honráis, sin que Ella con vosotros alabe y
honre a Dios. María está en total conexión con
Dios, y con toda propiedad yo la llamaría: la
relación de Dios, que sólo existe en referencia
a Dios, el eco de Dios, que sólo habla y repite a
Dios. Santa Isabel alabó a María y la llamó
bienaventurada porque Ella creyó, y María, el
eco fidelísimo de Dios entonó: «Magnificat
anima mea Domino», -Mi alma glorifica al Señor-
(Lc I, 46). Lo que obró María en esa ocasión,
lo repite todos los días; cuando la alabamos,
honramos, amamos, o le ofrecemos algo, Dios es
alabado, honrado, amado y ese agasajo lo recibe
por María y en María..."
(San
Luis María Grignion de Montfort. "Tratado de
la Verdadera Devoción")
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MARÍA,
EL TESORO DE DIOS
«Dios
Padre juntó todas las aguas, y las llamó mar; juntó todas
sus gracias, y las llamó María. Este gran Señor
tiene un tesoro o almacén riquísimo, en el que ha
encerrado cuanto tiene de más hermoso, refulgente, raro y
precioso, hasta su mismo Hijo; y este inmenso tesoro
es María, a quien los santos llaman el 'Tesoro de Dios',
y de cuya plenitud se enriquecen los hombres».
(Tratado de
la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. San Luis María
Grignion de Montfort)
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