Editores de
"El Camino de
María"
![](index_archivos/icona_rosario_sp.jpg)
![](index_archivos/logo-small-MariaMediadora.jpg)
|
V Señor, ten
misericordia de nosotros R. Señor, ten misericordia de
nosotros V. Cristo, ten misericordia de nosotros R. Cristo,
ten misericordia de nosotros V. Señor, ten misericordia de
nosotros R. Señor, ten misericordia de nosotros V. Cristo,
óyenos R. Cristo, óyenos V. Cristo, escúchanos R. Cristo,
escúchanos V. Dios, Padre celestial R. Ten misericordia de
nosotros V. Dios Hijo Redentor del mundo R. Ten misericordia
de nosotros V. Dios Espíritu Santo R. Ten misericordia de
nosotros V. Trinidad Santa, un solo Dios
R. Ten misericordia de
nosotros
Acordaos, ¡oh piadosísima
Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra
asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también
acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el
peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia
soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas, antes
bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés delante del
Señor, de decirle cosas buenas de mí. "Recordare, Virgo Mater Dei,
dum steteris in conspectu Domini, ut loquaris pro nobis
bona". (Oración de la Misa de María Mediadora de
todas de todas las gracias)
![](index_archivos/pastelroses.gif)
La Santísima Virgen cooperadora en la obra de la
Redención
La Santísima Virgen, predestinada, junto con la
Encarnación del Verbo, desde toda la eternidad, cual Madre de Dios,
por designio de la Divina Providencia, fue en la tierra la
esclarecida Madre del Divino Redentor, y en forma singular la
generosa colaboradora entre todas las criaturas y la humilde esclava
del Señor. Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándolo,
presentándolo en el templo al Padre, padeciendo con su Hijo mientras
El moría en la Cruz, cooperó en forma del todo singular, por la
obediencia, la fe, la esperanza y la encendida caridad en la
restauración de la vida sobrenatural de las almas. por tal motivo es
nuestra Madre en el orden de la gracia (Lumen Gentium,
61)
|
![](index_archivos/bar.gif) |
![](index_archivos/bar.gif) |
|