Editores de
"El Camino de
María"
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Acordaos, ¡oh piadosísima
Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra
asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también
acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y gimiendo bajo el
peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vuestra presencia
soberana. ¡Oh Madre de Dios!, no desechéis mis súplicas, antes
bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.
Acuérdate, Virgen Madre de Dios,
cuando estés delante del Señor, de decirle cosas buenas de mí.
"Recordare, Virgo Mater Dei, dum steteris in conspectu Domini, ut
loquaris pro nobis bona". (Oración de la Misa de María
Mediadora de todas de todas las gracias)
Dogma de la Inmaculada Concepción de
María
"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina
que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de
su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios
omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador
del genero humano, preservada inmune de toda mancha de culpa
original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y
constantemente creída por todos los fieles".- (Dz. 1641)
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Papa Pío
IX, Bula Ineffabilis Deus. 8 de Diciembre de
l854.
En
el año 2004 se celebran los 150 años de la proclamación del Dogma de
la Inmaculada Concepción
"...Era el
8 de diciembre de 1854 cuando mi predecesor de feliz memoria, el
Beato Pío IX, con la bula dogmática «Ineffabilis Deus» afirmó
ser «revelada por Dios la doctrina que afirma que la beatísima
Virgen María fue preservada, por particular gracia y privilegio de
Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo,
salvador del género humano, de toda mancha de pecado original desde
el primer instante de su concepción» (DS 2803). En Lourdes, María,
hablando en el dialecto del lugar, dijo: «Que soy era Immaculada
Councepciou»..."
"... Con
estas palabras, ¿no quería expresar quizá la Virgen ese lazo que la
une con la salud y la vida? Si por la culpa original entró en el
mundo la muerte, por los méritos de Jesucristo, Dios ha preservado a
María de toda mancha de pecado, y se nos ha dado la salvación y la
vida (Cf. Romanos 5, 12-21)..."
"...El Dogma de la
Inmaculada Concepción nos introduce en el corazón del misterio
de la Creación y de la Redención (Cf. Efesios 1, 4-12; 3, 9-11).
Dios ha querido entregar a la criatura humana la vida en abundancia
(Cf. Juan 10, 10), condicionando, sin embargo, esta iniciativa suya
a una respuesta libre y de amor. Al rechazar este don con la
desobediencia que llevó al pecado, el hombre ha interrumpido
trágicamente el diálogo vital con el Creador. Al «sí» de Dios,
fuente de la plenitud de la vida, se le opuso el «no» del hombre,
motivado por la orgullosa autosuficiencia, precursora de muerte (Cf.
Romanos 5, 19)..."
"...Toda la humanidad quedó seriamente
involucrada por esta cerrazón a Dios. Sólo María de Nazaret, en
previsión de los méritos de Cristo, fue concebida sin culpa original
y abierta totalmente al designio divino. De este modo, el Padre
celeste pudo realizar en ella el proyecto que tenía para los
hombres. La Inmaculada Concepción precede el intercambio
armonioso entre el «sí» de Dios y el «sí» que María pronuncia con
abandono total, cuando el ángel le lleva el anuncio celeste (Cf.
Lucas 1, 38). Su «sí», en nombre de la humanidad, vuelve a abrir al
mundo las puertas del Paraíso, gracias a la encarnación del Verbo de
Dios en su seno, por obra del Espíritu Santo (Cf. Lucas 1, 35).
El proyecto originario de la creación es restaurado de este modo
y potenciado en Cristo, y en ese proyecto encuentra su lugar también
ella, la Virgen Madre..."
"...Aquí
está el parte-aguas de la historia: con la Inmaculada Concepción
de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar
con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a
realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad (Cf.
Colosenses 1, 28)..."
"...La Inmaculada Concepción es,
por tanto, la aurora prometedora del día radiante de Cristo, que con
su muerte y resurrección, restablecerá la plena armonía entre Dios y
la humanidad. Si Jesús es el manantial de la vida que vence a la
muerte, María es la madre cariñosa que sale al paso de las
expectativas de sus hijos, obteniendo para ellos la salud del alma y
del cuerpo. Este es el mensaje que el Santuario de Lourdes
presenta constantemente a devotos y peregrinos. Este es también el
significado de las curaciones corporales y espirituales que se
registran en la gruta de Massabielle. ..."
"...Desde el día
de la aparición a Bernadette Soubirous, María ha «curado» en ese
lugar dolores y enfermedades, restituyendo también a muchos hijos
suyos la salud del cuerpo. Sin embargo, ha realizado prodigios mucho
más sorprendentes en el espíritu de los creyentes, abriéndoles al
encuentro con su hijo, Jesús, respuesta auténtica a las expectativas
más profundas del corazón humano. El Espíritu Santo, que la
cubrió con su sombra en el momento de la Encarnación del Verbo,
transforma el espíritu de innumerables enfermos que recurren a
Ella. Incluso cuando no alcanzan el don de la salud corporal,
pueden recibir siempre otro bien mucho más importante: la
conversión del corazón, fuente de paz y de alegría interior.
Este don transforma su existencia y les hace apóstoles de la
cruz de Cristo, estandarte de esperanza, a pesar de las pruebas más
duras y difíciles...."
"...Les confío a todos a la
Virgen Santísima, venerada en el Santuario de Lourdes en su
Inmaculada Concepción. Que ella ayude a todo cristiano a
testimoniar que la única respuesta auténtica al dolor, al
sufrimiento y a la muerte es Cristo, nuestro Señor, muerto y
resucitado por nosotros...."
(Párrafos
extraídos del Mensaje del Papa Juan Pablo II para la Jornada
Mundial del Enfermo 2004 que se celebrará el 11 de febrero de
2004 teniendo como eje mundial el Santuario de Nuestra Señora de
Lourdes). Vaticano, 1 de diciembre
de 2003. |
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