Cum
Maria contemplemur Christi vultum!
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¡Oh María, Reina y Madre del Carmelo!
Vengo a consagrarme a Ti, pues toda mi vida quiere ser una continua
acción de gracias por todas las bendiciones como he recibido de Dios a
través de tus manos. Y porque Tú miras con ojos de particular
benevolencia a los que visten tu Escapulario, te ruego que ores a tu
Hijo para que sostenga con su Espíritu mi fragilidad, ilumine con la fe
y sabiduría las tinieblas de mi entendimiento, con la esperanza
purifique mi memoria de toda posesión, que no sea la vida eterna y con
la caridad, encienda mi voluntad para amar a Dios y al prójimo y así,
como buen hijo, glorificarle con una vida santa. El santo Escapulario
atraiga sobre mí tu mirada llena de misericordia, sea para mí prenda de
tu particular protección en la lucha de cada día de modo que pueda ser
piedra viva en la Iglesia de Cristo. Que en ella sea apóstol del
Evangelio revestido de los sentimientos de Cristo y de tus virtudes. De
hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu,
ofrecerlo todo a Jesús por tu intermedio y convertir mi vida en imagen
de tu humildad, castidad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.
¡Oh Madre amabilísima!, sostenme
con tu amor, a fin de que me sea concedido un día cambiar tu Escapulario
por el eterno vestido nupcial y habitar Contigo y con los santos del
Carmelo en el Reino de tu Hijo. Así sea.
.
"Ofrezco
a los hombres un Recipiente con el que han de venir a la Fuente de la
Misericordia para recoger gracias. Ese Recipiente es esta Imagen con la
firma: JESÚS, EN TI CONFÍO"
(Diario, 327)
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Te suplicamos
Señor, que nos asista con su intercesión maternal la Santísima Virgen
del Carmen que nos entregó su Santo Escapulario para que en la vida nos
proteja, en la muerte nos ayude y después de la muerte nos salve y
alcanzar así su dulce compañía en el monte de la perfección que es
Cristo, tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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Edición especial
NUESTRA
SEÑORA DEL CARMEN
Novena desde
el 8 al 16 de julio de 2011
Soy
todo tuyo y todas mis cosas Te pertenecen. Te pongo al centro de mi vida.
Dame tu Corazón, oh María.
Soy
todo tuyo, María
Madre de nuestro Redentor
Virgen Madre de Dios, Virgen piadosa. Madre del Salvador del mundo.
Amen.
Oh Dios Padre
Misericordioso,
que por
mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la
Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo,
concediste al Beato Juan Pablo II
la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina,
de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres
de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad
a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los
momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir
al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar al Beato
Juan Pablo II y que me concedas por su
intercesión el favor que te pido... (pídase).
A Tí,
Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que
vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que
santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos
de los siglos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
25 de marzo
al 25 de diciembre
La devoción del Beato Juan
Pablo II al
Escapulario del Carmen
En la foto, con el pecho
descubierto, Karol Wojtyla con 19 años posa entre dos
compañeros de trabajo en un lugar de construcción militar en
julio de 1939 en Polonia del este (ahora Ucrania
occidental). El joven Wojtyla lleva el
Escapulario de la Virgen del Carmen
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LA
FLOR DEL CARMELO San
Simón Stock
Oh
Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña,
Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de
Dios, Virgen Siempre Pura!
Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo
de Dios, permanecisteis intacta y sin mancha
ninguna.
¡Oh Bienaventurada Siempre Virgen, asistidme en esta
necesidad!
¡Oh Estrella del Mar, auxiliadme y protegedme!
¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros!
¡Madre y Ornamento del Carmelo, rogad por nosotros!
¡Virgen, Flor del Carmelo, rogad por nosotros!
¡Patrona de los que visten el Santo Escapulario,
rogad por nosotros!
¡San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón, rogad por
nosotros!
¡San José, Castísimo Esposo de María, rogad por
nosotros!
¡San José, nuestro Gran Protector, rogad por
nosotros!
¡Dulce Corazón de María sed nuestra Salvación! Amén.
Oh
Virgen del Carmen María Santísima, que has
ofrecido tu especial asistencia en la hora de la
muerte a los que devotamente vistieron tu
Santo Escapulario, para que por medio de una
verdadera penitencia logren salir de esta vida en
gracia de Dios, y librarse de las penas del infierno.
Te ruego, Madre, me asistas, ampares y consueles en
la hora de mi muerte, y me alcances verdadera
penitencia y contrición de mis pecados, perfecto
amor de Dios, y deseos vivos de agradarle, para que
mi alma no se pierda eternamente, sino que salga
segura de esta vida, para gozar la felicidad eterna
de la gloria; y al presente consiga lo que en esta
oración, por vuestra intercesión, pido a Nuestro
Señor.
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Querido/a Suscriptor/a de "El Camino de María"
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El próximo
sábado 16 de julio celebraremos la memoria de Nuestra Señora
del Carmen, tan querida a la piedad del pueblo
cristiano en todo el mundo, y
vinculada de modo especial a la vida de la gran familia
religiosa carmelita.
Le
informamos que nuestra
Biblioteca
Digital contiene un libro
digital dedicado a Nuestra Señora del Carmen.
Puede leer y/o imprimir el contenido del libro haciendo doble-click sobre la
Imagen de Nuestra Señora del Carmen
.
En la historia de
la piedad mariana aparece la devoción a diversos
escapularios, entre los que destaca el
Escapulario de la
Virgen del Carmen. Su difusión es
verdaderamente universal y sin duda se le
aplican las palabras conciliares sobre las
prácticas y ejercicios de piedad recomendados a
lo largo de los siglos por el Magisterio.
El
Escapulario del Carmen es una forma
reducida del hábito religioso de la Orden de
Hermanos de la Bienaventurada Virgen del Monte
Carmelo: se ha convertido en una devoción muy
extendida e incluso más allá de la vinculación a
la vida y espiritualidad de la familia
carmelitana, el Escapulario conserva una especie
de sintonía con la misma.
El
Escapulario del Carmen es un signo exterior de la
relación especial, filial y confiada, que se
establece entre la Virgen, Reina y Madre del
Carmelo, y los devotos que se confían a Ella con
total entrega y recurren con toda confianza a su
intercesión maternal; recuerda la primacía de la
vida espiritual y la necesidad de la oración.
El Escapulario se impone con un rito
particular de la Iglesia, en el que se declara
que "recuerda el propósito bautismal
de revestirse de Cristo, con la ayuda de la
Virgen Madre, solícita de nuestra conformación
con el Verbo hecho hombre, para alabanza de la
Trinidad, para que llevando el vestido nupcial,
lleguemos a la patria del Cielo".
La imposición del
Escapulario del Carmen,
como la de otros escapularios, "se debe
reconducir a la seriedad de sus orígenes: no
debe ser un acto más o menos improvisado, sino
el momento final de una cuidadosa preparación,
en la que el fiel se hace consciente de la
naturaleza y de los objetivos de la asociación a
la que se adhiere y de los compromisos de vida
que asume".
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El Monte Carmelo, cuya hermosura ensalza la
Biblia (ls. 35, 2), ha sido de siempre un monte
sagrado. En el siglo IX A.C., Elías lo convirtió
en el refugio de la fidelidad al Dios único y en
el lugar de los encuentros entre el Señor y su
pueblo (1 R 18, 39). El recuerdo del Profeta
«abrasado de celo por el Dios vivo» había de
perpetuarse en el Carmelo.
El Monte Carmelo, que domina la llanura de
Galilea, está cerca de Nazaret, en donde vivió
María Santísima "conservando todo en su
corazón". De ahí que la Orden del Carmelo
haya querido desde sus orígenes ponerse bajo el
patrocinio de la Madre, la Madre del Redentor .
En el siglo XVI, los dos doctores y reformadores
de la Orden -Santa Teresa de Ávila v San Juan de
la Cruz- convertirían al Monte Carmelo en el
símbolo de aquello que San Buenaventura llamaba
«itinerario hacia Dios».
Para
la Novena de preparación a la fiesta de
Nuestra Señora del Monte Carmelo, que comienza
el 8 de julio, le sugerimos los textos,
invocaciones y oraciones que se encuentran en la
siguiente dirección:
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Vivamos
continuamente con confianza en Dios imitando la fe de
María. Refugiémonos siempre bajo el
manto de Nuestra Señora del Carmen e
invoquemos su ayuda y defensa en los peligros y
pidámosle que sea para nosotros motivo de
consuelo y esperanza.
Oh
María Estrella del Mar y Flor
del Carmelo!
En
las dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu Corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por
nosotros. Amen.
(Rezar
3 veces el Ave María)
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Queridos hijos, mi llamado maternal, que hoy les dirijo, es un llamado a la verdad y a la vida. Mi Hijo, que es la Vida, los ama y los conoce en verdad. Para conocerse y amarse ustedes mismos deben conocer a mi Hijo, mientras que para conocer y amar a los otros deben ver a mi Hijo en ellos. Por ello, hijos míos, oren, oren para que puedan comprender y abandonarse con espíritu libre y ser completamente transformados y de este modo tener ya en la tierra el Reino de los Cielos en sus corazones. ¡Gracias! Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorge. 2/7/2010
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