Cum
Maria contemplemur Christi vultum!
¯¯¯
MARÍA ESTA SIEMPRE JUNTO A NOSOTROS
¿Quién, después de Tu Hijo, se interesa como
Tú en el género humano? ¿Quién nos defiende sin cesar en nuestras
tribulaciones? ¿Quién nos libra tan pronto de las tentaciones que nos
acosan? ¿Quién toma nuestra defensa para disculparlas en los casos
desesperados? En virtud de la fuerza que Tu maternidad te ha concedido
ante Tu Hijo, aunque seamos condenados por nuestros pecados y que no nos
atrevamos más a mirar hacia el Cielo, Tú por medio de Tus súplicas e
intercesión nos salvas del suplicio eterno. Por eso el afligido en Ti se
refugia, el que padece la injusticia a Ti recurre, el que está dentro
del mal invoca tu asistencia. Todo lo que viene de Ti, Madre de Dios, es
maravilloso, todo es más grande que la naturaleza, todo supera nuestra
razón y nuestras fuerzas. Tu protección va más allá de nuestro
entendimiento.
San Germán de Constantinopla
Soy todo tuyo y todas
mis cosas Te pertenecen. Te pongo al centro de mi vida. Dame tu Corazón,
oh María.
Soy
todo tuyo, María
Madre de nuestro Redentor
Virgen Madre de Dios, Virgen piadosa. Madre del Salvador del mundo.
Amen.
"Deseo conceder gracias inimaginables a las
almas que confían en Mi Misericordia. (Diario, 687)
"Que se acerquen a ese Mar de Misericordia con gran confianza. Los
pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el
bien. Al que haya depositado su confianza en Mi Misericordia, en la hora
de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina." (Diario,
1520)
"El alma que confía en Mi Misericordia es la más feliz, porque Yo mismo
tengo cuidado de ella." (Diario, 1273)
Palabras de Jesús Misericordioso,
extraídas del
Diario de Santa Faustina).
¯¯¯
Newsletter 509
TIEMPO
PASCUAL
9
de mayo de 2010
Oh Dios Padre
Misericordioso,
que por
mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la
Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo,
concediste a tu Siervo Juan Pablo II, Servus Servorum Dei,
la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina,
de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres
de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad
a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los
momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir
al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar a tu Siervo
Juan Pablo II, Servus Servorum Dei, y que me concedas por su
intercesión el favor que te pido... (pídase). A Tí,
Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que
vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que
santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos
de los siglos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
25 de marzo al 25 de diciembre
|
Icono de la Divina Misericordia
ADORADO SEAS, OH DIOS MISERICORDIOSO!
Adorado seas, oh Dios
Misericordioso,
Por haberte dignado descender del
Cielo a la tierra.
Te adoramos en gran humildad,
Por haberte dignado elevar todo
el género humano.
Insondable en Tu Misericordia,
inconcebible,
Por Amor a nosotros has tomado
el Cuerpo
De la Virgen Inmaculada, jamás
rozada por el pecado,
Porque así lo has establecido
desde la eternidad.
La Santísima Virgen, esta
azucena blanca como la nieve,
Es la primera en adorar la
omnipotencia de Tu Misericordia.
Su Corazón puro se abre con amor
a la venida del Verbo,
Cree en las palabras del Ángel y
se fortalece en la confianza.
El Cielo se asombró de que Dios
se hubiera hecho hombre,
Que hubiera en la tierra un
Corazón digno de Dios Mismo.
Por qué no Te unes a un
Serafín, Señor, sino a un
pecador?
Oh, éste es un misterio de Tu
Misericordia.
Oh misterio de la Divina
Misericordia, oh Dios de la
piedad, Que te has dignado abandonar el
Trono celestial, Y has bajado a nuestra miseria,
a la debilidad humana, Porque no son los ángeles sino
los hombres los Que necesitan Tu Misericordia.
Para expresar dignamente la
Misericordia del Señor,
Nos unimos a Tu Madre
Inmaculada,
Porque así nuestro himno Te será
mas agradable
Ya que Ella ha sido elegida
entre los ángeles y los hombres
A través de Ella, como a través
del cristal puro,
Ha llegado a nosotros Tu
Misericordia,
Por su mérito el hombre se hizo
agradable a Dios,
Por su mérito los
torrentes de gracias fluyen
sobre nosotros.
|
Querido/a Suscriptor/a de "El Camino de María"
%EmailAddress%
"...El
Dios de la Creación se revela como Dios de la Redención,
como Dios que es fiel a Sí mismo, (Cf. 1 Tes 5, 24) fiel
a su Amor al hombre y al mundo, ya revelado el día de la
Creación. El Suyo es Amor que no retrocede ante nada de
lo que en Él mismo exige la justicia. Y por esto al Hijo
«a quien no conoció el pecado le hizo pecado por
nosotros para que en Él fuéramos justicia de Dios». (2
Cor 5, 21; cf. Gál 3, 13.9) Si «trató como pecado» a
Aquel que estaba absolutamente sin pecado alguno, lo
hizo para revelar el Amor que es siempre más grande que
todo lo creado, el Amor que es Él mismo, porque
«Dios es Amor». (1 Jn 4, 8.16). Y sobre todo el
Amor es más grande que el pecado, que la debilidad, que
la «vanidad de la creación», más fuerte que la muerte;
es Amor siempre dispuesto a aliviar y a perdonar,
siempre dispuesto a ir al encuentro con el hijo
pródigo,siempre a la búsqueda de la «manifestación de
los hijos de Dios», (Rom 8, 19) que están llamados a la
gloria. Esta Revelación del Amor es definida también
Misericordia (Cf. Santo Tomás, Summa Theol. III, q.
46, a. l ad 3.),y tal Revelación del Amor
y de la Misericordia tiene en la historia del hombre una
forma y un nombre: se llama Jesucristo..."
(Redemptor
Hominis, 9)
En "Memoria
e identidad" nuestro querido y recordado
Juan Pablo II escribió sobre EL MISTERIO DE LA
REDENCIÓN COMO LÍMITE DIVINO IMPUESTO AL MAL:
"...La Redención
es el límite divino impuesto al mal por la simple
razón de que con la Redención el mal es vencido
radicalmente por el Bien, el odio por el Amor, la
muerte por la Resurrección.
La contienda
entre el Bien y el mal en que vive el hombre se
ilustra a veces con la figura de la balanza. Usando
este símbolo, se puede decir que Dios, ofreciendo el
sacrificio de su propio Hijo en la Cruz, ha puesto
esta expiación de valor infinito en el platillo del
Bien, para que, en definitiva, el Bien pueda
prevalecer siempre.
La palabra
"Redentor" que en latín se dice "Redemptor", cuya
etimología se relaciona con el verbo "redimire"
(readquirir), nos acerca a la comprensión de la
realidad de la Redención. Con ella se relacionan
estrechamente los conceptos de "remisión" y
"justificación". Ambos términos pertenecen al
lenguaje del Evangelio. Cristo perdonaba los pecados
haciendo hincapié en que el Hijo del hombre tiene
poder para hacerlo. Cuando le trajeron a un hombre
paralítico, lo primero que dijo fue: "Hijo, tus
pecados quedan perdonados" (Mc 2, 5); después
añadió "Levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa" (Mc 2, 11). Así, aunque de modo indirecto,
puso de relieve que el pecado es un mal mayor que la
parálisis del cuerpo.
Cristo
Crucificado es quien justifica al hombre pecador
cada vez que éste, apoyándose en la fe en la
Redención de Cristo, se arrepiente de sus pecados,
se convierte y regresa a Dios. Para ser justificados
ante Dios no bastan los esfuerzos humanos. Es
necesario que actúe la gracia que proviene del
Sacrificio de Cristo. Porque solamente el Sacrificio
de Cristo en la Cruz tiene el poder de conceder al
hombre la justificación ante Dios.
Por
su Resurrección, Cristo "justificó" la obra de la
Creación, y especialmente la creación del hombre,
en el sentido de que reveló la "medida apropiada"
del bien que Dios concibió en la historia humana.
Una medida que no es sólo la prevista por Él en la
Creación y empañada después por el hombre con el
pecado. Es una medida superabundante, en que el
designio original se realiza de una manera aún más
plena (cf. Gn 3, 14-15). En Cristo, el hombre
está llamado a una vida nueva, la vida del hijo
en el Hijo, expresión perfecta de la Gloria de Dios:
"Gloria Dei vivens homo": la Gloria de
Dios es el hombre viviente." (Memoria e
Identidad. Párrafos extractados de los
capítulos 4, 5 y 6)
Les invitamos a descargar gratuitamente
a su computadora el libro digital que
lleva por título: MAYO, MES DE MARIA,
que contiene meditaciones para cada día
del mes de mayo, desde la siguiente
dirección de nuestro sitio
Virgo Fidelis
http://virgofidelis.com.ar/biblioteca2.htm
María nos enseña a reconocer en el Rostro de Jesús el Rostro de Dios
La Virgen María es Aquella que más que
cualquiera ha contemplado a Dios en el
Rostro humano de Jesús. Lo ha visto
apenas nacido, mientras, envuelto en
pañales, era colocado en un pesebre; lo
ha visto apenas muerto, cuando, depuesto
de la Cruz, lo envolvieron en una sábana
y lo llevaron al sepulcro. Dentro de
Ella se imprimió la imagen de su Hijo
martirizado; pero esta imagen ha sido
después transfigurada por la Luz de la
Resurrección. Así, en el Corazón de
María, está custodiado el misterio del
Rostro de Cristo, misterio de muerte y
de gloria. De Ella podemos aprender
siempre a mirar a Jesús con mirada de
amor y de fe, a reconocer en aquel
Rostro humano el Rostro de Dios.
(Benedicto XVI. Regina Coeli. Domingo 2
de mayo de 2010 .Visita pastoral a Turin)
¯¯¯
Queridos hijos; Hoy, a traves mio, el Padre bueno los llama con su alma llena de Amor a embarcarse a una visita espiritual. Queridos hijos, llenense de gracia, arrepientanse de sus pecados sinceramente y busquen el bien. Anhelen tambien en nombre de aquellos que todavia no han alcanzado la perfección del bien. Asi seran ustedes mas agradable a Dios. Gracias"i (Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorge. 2/5/2010
|
|
|