1
- Hoy, con ocasión de la oración del Ángelus, deseamos releer
una vez más, junto con María, el Evangelio; en cierto sentido lo
releemos todo entero, e inmediatamente. En él subyace el Corazón
de Jesús, paciente e inmensamente misericordioso.
¿No es tal vez así el Corazón de Aquel que
"pasó haciendo
bien" a todos (Hch 10,38)? ¿De Aquel que hizo que los ciegos
adquiriesen la vista, los cojos caminasen, los muertos resucitasen?
¿Que a los pobres se les anunciara la Buena Nueva (Lc 7,22)?
¿No es tal vez así el Corazón de Jesús, que no tenia El mismo
dónde reclinar la cabeza mientras que los lobos tienen sus
guaridas y los pájaros sus nidos (Mt 8,20)?
¿No es tal vez así el Corazón de Jesús, que defendió a la
mujer adúltera de la lapidación y luego le dijo: "Vete, y
de ahora en adelante no peques más" (Jn 8,3-10).?
¿No es tal vez así el Corazón de Aquel que fue llamado
"amigo de publicanos y pecadores" (Mt 11,19)?
2-
¡Miremos, junto con María, el interior de este Corazón! ¡Releámoslo
a lo largo del Evangelio! Más aún, sobre todo releamos este Corazón en el momento de la
Crucifixión. Cuando ha sido traspasado por la lanza. Cuando se ha
desvelado hasta el fondo el misterio en El escrito.
¡El Corazón paciente
porque está abierto a todos los sufrimientos del hombre!
¡El Corazón paciente, porque está dispuesto El
mismo a aceptar un sufrimiento inconmensurable con metro humano!
¡El Corazón paciente, porque es inmensamente misericordioso!
¿Qué es la misericordia, sino esa medida particular
del amor, que se expresa en el sufrimiento?
¿Qué es la misericordia, sino esa medida definitiva
del amor, que desciende al centro mismo del mal para vencerlo con
el bien?
¿Qué es la misericordia, sino el amor que vence el pecado del mundo mediante el
sufrimiento y la muerte?
3.
¡Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia!
¡Madre, que has mirado en este Corazón, cuando estabas presente
al pie de la Cruz!
Madre que, por voluntad de este Corazón, te has hecho Madre de
todos nosotros.
¿Quién conoce como Tú el misterio del Corazón de Jesús en Belén,
en Nazaret, en el Calvario?
¿Quién como Tú sabe que es paciente e inmensamente
misericordioso?
¿Quién como Tú da testimonio incesantemente de ello?