Cum
Maria contemplemur Christi vultum!
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Acuérdate, Virgen
Madre de Dios, cuando estés delante del Señor, de decirle cosas buenas
de mí.
Recordare, Virgo Mater
Dei, dum steteris in conspectu Domini, ut loquaris pro nobis bona.
(Oración de la
Santa Misa de María Mediadora de todas de todas las gracias)
"Ofrezco a los hombres un Recipiente con el que han de venir a la Fuente
de la Misericordia para recoger gracias. Ese Recipiente es esta Imagen
con la firma: JESÚS, EN TI CONFÍO" (Diario, 327)
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Edición 322
7 de noviembre de 2007
MARIA MEDIADORA DE TODAS
LAS GRACIAS
La fiesta
de María Mediadora de todas las Gracias la instituyó el Papa
Benedicto XV en 1921; en ella se nos invita a recurrir siempre con
confianza a esta mediación de la Madre del Redentor.
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"La Santísima
Vírgen es Dispensadora universal de todas las gracias, tanto por
su divina Maternidad: que las obtiene de su Hijo, como por su
Maternidad espiritual: que las distribuye entre sus otros hijos, los
hombres. Esto lo hace subordinada a Cristo, pero de manera inmediata. Y
ello por una específica y singular determinación de la voluntad de Dios,
que ha querido otorgar a María esta doble función: ser Corredentora y
Dispensadora, con alcance universal y para siempre".
(Pío
X, Encíclica "Ad diem illum laetissimum" 4 de
febrero de 1904)
TOTUS
TUUS
Soy todo tuyo y todas mis cosas Te
pertenecen. Te pongo al centro de mi vida. Dame tu Corazón, oh María.
Soy
todo tuyo, María
Madre de nuestro Redentor
Virgen Madre de Dios, Virgen piadosa. Madre del Salvador del mundo.
Amen.
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“La
Virgen fue en su vida ejemplo de aquel afecto materno, con el que es
necesario estén animados todos los que en la misión apostólica de la
Iglesia cooperan a regenerar a los hombres”
Oh Dios Padre
Misericordioso,
que por
mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la
Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo,
concediste a tu Siervo Juan Pablo II, Servus Servorum Dei,
la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia
peregrina, de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los
hombres y mujeres de buena voluntad, haz que yo sepa también
responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana,
convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en
ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Te ruego que
te dignes glorificar a tu Siervo Juan Pablo II, Servus Servorum
Dei, y que me concedas por su intercesión el favor que te
pido... (pídase). A Tí, Padre Omnipotente, origen del
cosmos y del hombre, por Cristo, el que vive, Señor del tiempo y
de la historia, en el Espíritu Santo que santifica el universo,
alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
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MARÍA MEDIADORA DE TODAS
LAS GRACIAS
Maternidad espiritual de
María
La Santísima Virgen,
predestinada, junto con la
Encarnación del Verbo, desde
toda la eternidad, cual Madre
de Dios, por designio de la
Divina Providencia, fue en la
tierra la esclarecida Madre
del Divino Redentor, y en
forma singular la generosa
colaboradora entre todas las
criaturas y la humilde esclava
del Señor. Concibiendo a
Cristo, engendrándolo,
alimentándolo, presentándolo
en el templo al Padre,
padeciendo con su Hijo
mientras El moría en la Cruz,
cooperó en forma del todo
singular, por la obediencia,
la fe, la esperanza y la
encendida caridad en la
restauración de la vida
sobrenatural de las almas. por
tal motivo es nuestra Madre en
el orden de la gracia.
(Lumen
Gentium, 61)
María, Mediadora
62. Y esta maternidad de María
perdura sin cesar en la
economía de la gracia, desde
el momento en que prestó fiel
asentimiento en la
Anunciación, y lo mantuvo sin
vacilación al pie de la Cruz,
hasta la consumación perfecta
de todos los elegidos. Pues
una vez recibida en los
cielos, no dejó su oficio
salvador, sino que continúa
alcanzándonos por su múltiple
intercesión los dones de la
eterna salvación. Con su amor
materno cuida de los hermanos
de su Hijo, que peregrinan y
se debaten entre peligros y
angustias y luchan contra el
pecado hasta que sean llevados
a la patria feliz. Por eso,
la Santísima Virgen en la
Iglesia es invocada con los
títulos de Abogada,
Auxiliadora, Socorro,
Mediadora. Lo cual, sin
embargo, se entiende de manera
que nada quite ni agregue a la
dignidad y eficacia de Cristo,
único Mediador.
Porque ninguna
criatura puede compararse
jamás con el Verbo Encarnado
nuestro Redentor; pero así
como el sacerdocio de Cristo
es participado de varias
maneras tanto por los
ministros como por el pueblo
fiel, y así como la única
bondad de Dios se difunde
realmente en formas distintas
en las criaturas, así también
la única mediación del
Redentor no excluye, sino que
suscita en sus criaturas una
múltiple cooperación que
participa de la fuente única.
La Iglesia no duda en
atribuir a María un tal oficio
subordinado: lo experimenta
continuamente y lo recomienda
al corazón de los fieles para
que, apoyados en esta
protección maternal, se unan
más íntimamente al Mediador y
Salvador.
(Lumen Gentium, 62)
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Estimado/a Suscriptor/a de "El Camino de María"
Con los textos de la
Constitución Dogmática
Lumen Gentium, con los que el Concilio Vaticano II
enseña que la Santísima Virgen
"...con su amor de Madre cuida
de los hermanos de su Hijo que todavía peregrinan y viven entre
angustias y peligros hasta que lleguen a la patria feliz. Por
eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los
títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora..."
presentamos la Edición
322 de "El Camino de
María", Newsletter Semanal con
Textos para hacer
oración con la Madre del Redentor, hoy dedicada a
contemplar a María, Mediadora de todas las Gracias, cuya
festividad celebraremos el 7 de noviembre.
El Concilio Vaticano II
da a la Virgen María el título de "Mediadora" al afirmar
que "continúa procurándonos con su múltiple intercesión los
dones de la salvación eterna"
(Lumen Gentium, 62).
Y con el
título de "Madre en el orden de la gracia"
(Lumen Gentium, 61)
el Concilio enseña que la Virgen coopera con Cristo en el
renacimiento espiritual de la humanidad.
En la Encíclica
Redemptoris Mater el Siervo de Dios Juan Pablo II nos
enseña que "la Mediación de María está íntimamente unida a su
maternidad y posee un carácter específicamente materno que la
distingue del de las demás criaturas"
(Redemptoris Mater, 38)
La Mediación de María
no ofusca ni disminuye "la única mediación de Cristo, sino
que manifiesta su eficacia...; favorece, y de ninguna manera
impide, la unión inmediata de los creyentes con Cristo"
(Lumen Gentium, 60).
En realidad, la mediación materna de María es un don del
Padre a la humanidad. Por esto el mismo Concilio concluye
que "la Iglesia no duda en atribuir a María esta misión
subordinada, la experimenta sin cesar y la recomienda al corazón
de sus fieles para que, apoyados en su protección maternal se
unan más íntimamente al Mediador y Salvador"
(Lumen Gentium, 62)
En la siguiente dirección de nuestro sitio
BenedictumXVI.us hemos publicado un
texto sobre la
Mediación de María, escrito por el hoy Santo Padre
Benedicto XVI.
A partir del 8 de noviembre
se inicia en los países del Hemisferio Sur el MES
CONSAGRADO A MARÍA SANTÍSIMA, que culmina el 8 de
diciembre con la celebración de la Fiesta de la Inmaculada
Concepción del María. La piedad popular ha visto en este mes
una excelente ocasión para multiplicar las iniciativas de piedad
mariana.
Invitamos a todos los
suscriptores de El Camino de María y sus amigos y conocidos,
a recibir diariamente en su e-mail meditaciones extraídas
de la Catequesis del Papa Juan Pablo II bajo el lema "ORACIÓN
CON LA MADRE DEL REDENTOR" .Para ello deben llenar un
simple formulario con su nombre y su
e-mail en la siguiente dirección:
http://www.JuanPabloMagno.org/formulario3.htm
En la selección de las meditaciones para el
MES CONSAGRADO A MARÍA SANTÍSIMA, hemos seguido la recomendación de la Iglesia que
nos invita a reflexionar en los principales misterios de la vida
de María. Un reflexionar que implique hacer un esfuerzo con la
mente, la imaginación y el corazón, para profundizar en las
virtudes que la Virgen Santísima vivió a lo largo de su vida. En "ORACIÓN
CON LA MADRE DEL REDENTOR", a lo largo de 31 capítulos,
contaremos con la guía del Magisterio y de la Catequesis del Siervo de Dios Juan Pablo II.
Asimismo, en la siguiente dirección de la
Biblioteca Digital Virgo Fidelis,
pueden descargar gratuitamente a su computadora el Libro Digital
"PEREGRINANDO EN LA FE CON MARIA", que terminamos de redactar
y digitalizar el 7 de noviembre de 2004, y que también contiene
meditaciones para cada día del Mes de María.
http://virgofidelis.com.ar/paFileDB/pafiledb.php?action=file&id=24
Recurramos
confiadamente a María, Madre del Redentor y Mediadora de todas las Gracias
en todos los momentos de nuestra vida. Ella es nuestra Madre,
conoce nuestras necesidades mejor que nosotros, y es tan
poderosa con su Hijo Jesús que tiene su Omnipotencia en sus
manos. Roguémosle, por lo tanto, que hable a Jesús en favor
nuestro, con la Oración de la Santa Misa de la festividad de
María Mediadora: "Acuérdate, Virgen
Madre de Dios, cuando estés delante del Señor, de decirle cosas buenas
de mí." .
Oh Virgen Santísima,
Madre de Dios,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
míranos clemente en esta hora.
Virgo fidélis, Virgen fiel,
¡ruega por nosotros!
Enséñanos a creer como has creído Tú.
Haz que nuestra fe
en Dios, en Cristo, en la Iglesia,
sea siempre límpida, serena, valiente, fuerte,
generosa.
Mater amábilis, Madre digna de
amor.
Mater pulchrae dilectiónis, Madre
del Amor Hermoso,
¡ruega por nosotros!
Enséñanos a amar a Dios y a nuestros hermanos
como les amaste Tú;
haz que nuestro amor a los demás
sea siempre paciente, benigno, respetuoso.
Causa nostrae laetítiae, causa de
nuestra alegría,
¡ruega por nosotros!
Enséñanos a saber captar, en la fe,
la paradoja de la alegría cristiana,
que nace y florece en el dolor,
en la renuncia,
en la unión con tu Hijo crucificado:
¡haz que nuestra alegría
sea siempre auténtica y plena
para podérsela comunicar a todos!
Amén.
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Marisa y
Eduardo
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