Cum
Maria contemplemur Christi vultum!
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Virgen María de Guadalupe,
dulce Señora y Madre nuestra, nos volvemos a Ti para agradecerte de todo
corazón que hayas querido que la canonización de Tu fiel servidor, Juan
Diego, "el más pequeño de tus hijos", haya sido aquí, en Tu "casita
sagrada" del Tepeyac.
Madre, te pedimos fervientemente que esta canonización sirva para para
impulsar la Nueva Evangelización en toda América y en el mundo entero. Que
Juan Diego, a quien podemos ya venerar como santo, sea un verdadero modelo
de vida cristiana para todos los moradores de estas tierras y demás
amadores tuyos que invocan Tu nombre.
Juan Pablo II . Súplica a la Virgen de Guadalupe. Misa de Canonización de
San Juan Diego. 31-07-2002
"Ofrezco a los hombres un
Recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para
recoger gracias. Ese Recipiente es esta Imagen con la firma: JESÚS,
EN TI CONFÍO" (Diario, 327)
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Edición Especial
NUESTRA
SEÑORA DE LORETO
10 de
diciembre de 2012
NUESTRA SEÑORA DE
GUADALUPE
12 de diciembre de 2012
TOTUS TUUS
Soy todo tuyo y todas mis cosas Te
pertenecen. Te pongo al centro de mi vida. Dame tu Corazón, oh María.
Soy
todo tuyo, María
Madre de nuestro Redentor
Virgen Madre de Dios, Virgen piadosa. Madre del Salvador del mundo.
Amen.
Oh Dios Padre
Misericordioso, que
por mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la
Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo,
concediste al Beato Juan Pablo II la gracia de ser Pastor
ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina, de los hijos e
hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres de buena
voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad a las
exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los
momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de
servir al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar
al Beato Juan Pablo II y que me concedas por su intercesión el
favor que te pido... (pídase).
A Tí, Padre
Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que
vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo
que santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por
los siglos de los siglos. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
25 de marzo al 25 de diciembre
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Queridos Suscriptores de
"El Camino de
María"
El 10 de diciembre
celebraremos la fiesta de la Virgen de Loreto. La casa de
María Santísima que se venera desde hace siete siglos en el
Santuario de Loreto, nos recuerda la vida de la Sagrada Familia
en Nazaret. Podemos imaginar a Jesús Niño en su ambiente:
mientras corría y jugaba cerca de su casa, cuando dormía o se
sentaba a comer con sus padres. Sin embargo, también para
Jesús, la primera escuela de vida fue su propia familia: de José
y María aprendió las cosas más importantes: humildad, fidelidad,
oración, trabajo.
El Santo Padre
Benedicto XV pronunció la siguiente
oración ante la imagen de Nuestra Señora de
Loreto durante su visita al Santuario Lauretano en el año 2007.
María,
Madre del sí, Tú escuchaste a Jesús
y conoces el timbre de su Voz
y el latido de su Corazón.
Estrella
de la mañana, háblanos de Él
y descríbenos tu camino
para seguirlo por la senda de la fe.
María,
que en Nazaret habitaste con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha y hace florecer
la Palabra en opciones de auténtica libertad.
María,
háblanos de Jesús, para que el frescor
de nuestra fe brille en nuestros ojos
y caliente el corazón de aquellos
con quienes nos encontremos,
como Tú hiciste al visitar a Isabel,
que en su vejez se alegró Contigo
por el don de la vida.
María,
Virgen del Magníficat
ayúdanos a llevar la alegría al mundo
y, como en Caná, impulsa a todos los jóvenes
comprometidos en el servicio a los hermanos
a hacer sólo lo que Jesús les diga.
María,
dirige tu mirada al ágora de los jóvenes,
para que sea el terreno fecundo de la Iglesia.
Ora para que Jesús, muerto y resucitado,
renazca en nosotros
y nos transforme en una noche llena de luz,
llena de Él.
María,
Virgen de Loreto, Puerta del Cielo,
ayúdanos a elevar nuestra mirada a las alturas.
Queremos ver a Jesús, hablar con Él
y anunciar a todos su Amor.
El 12 de
diciembre celebraremos la fiesta de la Virgen de
Guadalupe. En la
homilía
pronunciada en la Santa Misa celebrada el 23 de enero de
1999 al concluir la Asamblea Especial para América
del Sínodo de los Obispos, el Beato Juan Pablo II, expresó:
"...Quiero
confiar y ofrecer el futuro del Continente a María Santísima,
Madre de Cristo y de la Iglesia. Por eso, tengo la
alegría de anunciar ahora que he declarado que el día 12
de diciembre en toda América se celebre a la Virgen María
de Guadalupe con el rango litúrgico de fiesta.
¡Oh
Madre! Tú conoces los caminos que siguieron los
primeros evangelizadores del Nuevo Mundo, desde la isla
Guanahani y La Española hasta las selvas del Amazonas y las
cumbres andinas, llegando hasta la tierra del Fuego en el
Sur y los grandes lagos y montañas del Norte. Acompaña a
la Iglesia que desarrolla su labor en las naciones
americanas, para que sea siempre evangelizadora y renueve su
espíritu misionero. Alienta a todos aquellos que dedican su
vida a la causa de Jesús y a la extensión de su Reino.
¡Oh
dulce Señora del Tepeyac, Madre de Guadalupe! Te
presentamos esta multitud incontable de fieles que rezan a
Dios en América. Tú que has entrado dentro de su corazón,
visita y conforta los hogares, las parroquias y las diócesis
de todo el Continente. Haz que las familias cristianas
eduquen ejemplarmente a sus hijos en la fe de la Iglesia y
en el amor del Evangelio, para que sean semillero de
vocaciones apostólicas. Vuelve hoy tu mirada sobre los jóvenes
y anímalos a caminar con Jesucristo.
¡Oh
Señora y Madre de América! Confirma la fe de nuestros
hermanos y hermanas laicos, para que en todos los campos de
la vida social, profesional, cultural y política actúen de
acuerdo con la verdad y la ley nueva que Jesús ha traído a
la humanidad. Mira propicia la angustia de cuantos padecen
hambre, soledad, marginación o ignorancia. Haznos reconocer
en ellos a tus hijos predilectos y danos el ímpetu de la
caridad para ayudarlos en sus necesidades.
¡Virgen
Santa de Guadalupe, Reina de la Paz! Salva a las
naciones y a los pueblos del Continente. Haz que todos,
gobernantes y ciudadanos, aprendan a vivir en la auténtica
libertad, actuando según las exigencias de la justicia y el
respeto de los derechos humanos, para que así se consolide
definitivamente la paz.
¡Para
Ti, Señora de Guadalupe, Madre de Jesús y Madre nuestra,
todo el cariño, honor, gloria y alabanza contínua de tus
hijos e hijas americanos!.."
¡“Queridos
hijos, con amor materno y paciencia materna, de
nuevo os invito a vivir según mi Hijo, a vivir
Su paz y Su amor. Que como mis apóstoles
aceptéis, con todo el corazón, la Verdad de
Dios, y que oréis al Espíritu Santo para que os
guíe. Entonces podréis servir fielmente a mi
Hijo y con vuestra vida, mostrar Su Amor a los
demás. Por medio del Amor de mi Hijo y de mi
Amor, yo como Madre, me propongo llevar a mi
abrazo maternal, a todos los hijos extraviados y
mostrarles el camino de la fe. Hijos míos,
ayudadme en mi lucha materna y orad conmigo para
que los pecadores conozcan sus pecados y se
arrepientan sinceramente. Orad también por
quienes mi Hijo ha elegido y en Su Nombre ha
consagrado. ¡Os doy las gracias!”.
(Mensaje
de Nuestra Señora Reina de la Paz en Medjugorge.
2 de diciembre de 2012)
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