El Santo Rosario           

  María en la vida de la Iglesia y de cada cristiano

EL SAGRADO CORAZÓN DE JESUS Y EL CORAZÓN DE MARÍA

Bienvenido a este sitio en honor a la Santísima Virgen María, Mediadora de todas las Gracias, que fue inaugurado en Internet el 28 de Junio de 2003, Solemnidad del Inmaculado Corazón de María. En esta página queremos unir la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús con el Corazón de  María, porque como enseña el Santo Padre: 

"...El Corazón de la Madre es en todo semejante al Corazón del Hijo. También la Bienaventurada Vírgen es para la Iglesia una presencia de paz y de reconciliación: ¿ No es Ella quien, por medio del Ángel Gabriel, recibió el mayor mensaje de reconciliación y de paz que Dios haya jamás enviado al género humano (Lc. 1,26-38)?

...María dio a luz a Aquel que es nuestra reconciliación; Ella estaba al pie de la cruz cuando, en la Sangre del Hijo,  Dios reconcilió "con El todas las cosas" (Col 1,20); ahora, glorificada en el cielo, tiene - como recuerda una plegaria litúrgica - "un corazón lleno de misericordia hacia los pecadores, que, volviendo la mirado a su caridad materna, en Ella se refugian e imploran el perdón" de Dios..." 

"María, Madre Virgen, que conoces mejor que nosotros el Corazón Divino de tu Hijo, únete a nosotros hoy en esta adoración a la Santísima Trinidad e igualmente en la humilde oración por la Iglesia y el mundo. Tu sola eres la guía de nuestra plegaria"

 (Juan Pablo II, durante el rezo del Angelus, 3 de septiembre de 1989)

CATEQUESIS DEL PAPA JUAN PABLO II

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CORAZÓN DE JESÚS, PACIENTE Y MISERICORDIOSO

 Durante el rezo del Angelus ( 27 de julio de 1986)

CORAZÓN DE JESÚS FORMADO POR EL ESPÍRITU SANTO EN EL SENO DE LA VIRGEN MADRE

 Durante el rezo del Angelus ( 27 de junio de 1982)

LA HUMANIDAD DE CRISTO ES OBRA DE LA VIRGEN

 Durante el rezo del Angelus (2de julio de 1989)

Corazón de Jesús, Paciente y Misericordioso

1-Hoy, con ocasión de la oración del Ángelus, deseamos releer una vez más, junto con María, el Evangelio; en cierto sentido lo releemos todo entero, e inmediatamente. En él subyace el Corazón de Jesús, paciente e inmensamente misericordioso.

¿No es tal vez así el Corazón de Aquel que "pasé haciendo bien" a todos (Hch 10,38)? ¿De Aquel que hizo que los ciegos adquiriesen la vista, los cojos caminasen, los muertos resucitasen? ¿Que a los pobres se les anunciara la Buena Nueva (Lc 7,22)?
¿No es tal vez así el Corazón de Jesús, que no tenia El mismo dónde reclinar la cabeza mientras que los lobos tienen sus guaridas y los pájaros sus nidos (Mt 8,20)?
¿No es tal vez así el Corazón de Jesús, que defendió a la mujer adúltera de la lapidación y luego le dijo: "Vete, y de ahora en adelante no peques más (Jn 8,3-10).?
¿No es tal vez así el Corazón de Aquel que fue llamado "amigo de publicanos y pecadores" (Mt 11,19)?

2- ¡Miremos, junto con María, el interior de este Corazón! ¡Releámoslo a lo largo del Evangelio!
Más aún, sobre todo releamos este corazón en el momento de la crucifixión. Cuando ha sido traspasado por la lanza. Cuando se ha desvelado hasta el fondo el misterio en El escrito.
El Corazón paciente porque está abierto a todos los sufrimientos del hombre. ¡El Corazón paciente, porque está dispuesto El mismo a aceptar un sufrimiento inconmensurable con metro humano!
¡El Corazón paciente, porque es inmensamente misericordioso!
En efecto, ¿qué es la misericordia, sino esa medida particular del amor, que se expresa en el sufrimiento?
¿Qué es, en efecto, la misericordia sino esa medida definitiva del amor, que desciende al centro mismo del mal para vencerlo con el bien?
¿Qué es sino el amor que vence el pecado del mundo mediante el sufrimiento y la muerte?

3. ¡Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia!

¡Madre, que has mirado en este Corazón, cuando estabas presente al pie de la cruz!

¡Madre que, por voluntad de este Corazón, te has hecho Madre de todos nosotros

¿Quién conoce como Tú el misterio del Corazón de Jesús en Belén, en Nazaret, en el Calvario?

¿Quién como Tú sabe que es paciente e inmensamente misericordioso? 

¿Quién como Tú da testimonio incesantemente de ello?

Corazón de Jesús formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen María

1.Así rezamos en las letanías al Sacratísimo Corazón.  Esta invocación se refiere directamente al misterio que meditamos, al rezar el Ángelus: por obra del Espíritu Santo fue formada en el seno de la Virgen de Nazaret la Humanidad de Cristo, Hijo del Eterno Padre.

¡Por obra del Espíritu Santo fue formado en esta Humanidad el Corazón! El Corazón, que es el órgano central del organismo humano de Cristo y, a la vez, el verdadero símbolo de su vida interior: del pensamiento, de la voluntad, de los sentimientos. Mediante este Corazón la Humanidad de Cristo es, de modo particular, "el templo de Dios" y, al mismo tiempo, mediante este Corazón, está incesantemente abierta al hombre y a todo lo que es "humano". "Corazón de Jesús de cuya plenitud todos hemos recibido".

2. El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús.

Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" y "deseo de los collados eternos". Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".

Esta oración, rezada y meditada, se convierte en una verdadera escuela del hombre interior: la escuela del cristiano.

La solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús nos recuerda, sobre todo, los momentos en que este Corazón fue "traspasado por la lanza" y, mediante esto, abierto de manera "Visible" al hombre y al mundo.

Al rezar las letanías - y en general al venerar al Corazón Divino -conocemos el misterio de la redención en toda su divina y, a la vez, humana profundidad. Simultáneamente, nos hacemos sensibles a la necesidad de reparación. Cristo nos abre su Corazón para que nos unamos con El en su reparación por la salvación del mundo. Hablar del Corazón Traspasado es decir toda la verdad de su Evangelio y de la Pascua.

Tratemos de captar cada vez mejor este lenguaje. Aprendámoslo.

La Humanidad de Cristo es obra de la Virgen

1. El 2 de junio pasado, hace exactamente un mes, celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Quiero reanudar junto con vosotros la meditación sobre las riquezas de este Corazón Divino, continuando la reflexión ya iniciada hace tiempo acerca de las letanías dedicadas a El.

Una de las invocaciones más profundas de tales letanías dice así: "Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, ten misericordia de nosotros." Encontramos aquí el eco de un articulo central del Credo, en el que profesamos nuestra fe en "Jesucristo, Hijo único de Dios", que "bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre." La santa humanidad de Cristo es, por consiguiente, obra del Espíritu divino y de la Virgen de Nazaret.

2. Es obra del Espíritu. Esto afirma explícitamente el Evangelista Mateo refiriendo las palabras del Ángel a José: "Lo engendrado en Ella (María) es del Espíritu Santo" (Mt1,20); y lo afirma también el Evangelista Lucas, recordando las palabras de Gabriel a María: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lc 1,35).

El Espíritu ha plasmado la santa humanidad de Cristo: su cuerpo y su alma, con toda la inteligencia, la voluntad, la capacidad de amar. En una palabra, ha plasmado su corazón. La vida de Cristo ha sido puesta enteramente bajo el signo del Espíritu. Del Espíritu le viene la sabiduría que llena de estupor a los doctores de la ley y a sus conciudadanos, el amor que acoge y perdona a los pecadores, la misericordia que se inclina hacia la miseria del hombre, la ternura que bendice y abraza a los niños, la comprensión que alivia el dolor de los afligidos. Es el Espíritu quien dirige los pasos de Jesús, lo sostiene en las pruebas, sobre todo lo guía en su camino hacia Jerusalén, donde ofrecerá el sacrificio de la Nueva Alianza, gracias al cual se encenderá el fuego que El trajo a la tierra (Le 12,49).

3. Por otra parte, la humanidad de Cristo es también obra de la Virgen. El Espíritu plasmó el Corazón de Cristo en el seno de María, que colaboró activamente con El como madre y como educadora.

...Como Madre, Ella se adhirió consciente y libremente al proyecto salvífico de Dios Padre, siguiendo en un silencio lleno de adoración, el misterio de la vida que en Ella había brotado y se desarrollaba;

...Como educadora, Ella plasmó el Corazón de su propio Hijo, introduciéndolo, junto con San José, en las tradiciones del pueblo elegido, inspirándole el amor a la ley del Señor, comunicándole la espiritualidad de los "pobres del Señor." Ella lo ayudó a desarrollar su inteligencia y seguramente ejerció influjo en la formación de su temperamento. Aun sabiendo que su Niño la trascendía por ser "Hijo del Altísimo" (cf. Lc 1,32), no por ello la Virgen fue menos solicita de su educación humana (cf. Lc. 2,51).

Por tanto podemos afirmar con verdad: en el Corazón de Cristo brilla la obra admirable del Espíritu Santo: en El se hallan también los reflejos del corazón de la Madre. Tanto el corazón de cada cristiano como el Corazón de Cristo: dócil a la acción del Espíritu, dócil a la voz de la Madre.

Encíclica "Redemptoris Mater"

CARTA ENCÍCLICA

REDEMPTORIS MATER

SOBRE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA PEREGRINA

JUAN PABLO II

El Santo Padre desarrolla muy ampliamente en la Encíclica Redemptoris Mater, la doctrina de la Mediación de María. Es verdad que ya el Concilio Vaticano II mencionó también el título «Mediadora» y habló de hecho de la Mediación de María (LG 60 y 62), pero este tema nunca se había expuesto hasta ahora en documentos magisteriales de forma tan amplia. La Encíclica no va de hecho más allá del Concilio, cuya terminología hace suya. Pero ahonda los planteamientos de éste y les da con ello nuevo peso para la teología y la piedad.
 

La Madre del Redentor y la Oración

TEXTOS PARA HACER  LECTURA ESPIRITUAL Y ORACIÓN 

CON LA MADRE DEL REDENTOR

EXTRAÍDOS DE LA CARTA ENCÍCLICA "REDEMPTORIS MATER"

Y DE LA CATEQUESIS SEMANAL DEL SANTO PADRE

Letanía  al Sagrado Corazón de Jesús

 

V Señor, ten misericordia de nosotros
R. Señor, ten misericordia de nosotros
V. Cristo, ten misericordia de nosotros
R. Cristo, ten misericordia de nosotros
V. Señor, ten misericordia de nosotros
R. Señor, ten misericordia de nosotros
V. Cristo, óyenos
R. Cristo, óyenos
V. Cristo, escúchanos
R. Cristo, escúchanos
V. Dios, Padre celestial
R. Ten misericordia de nosotros
V. Dios Hijo Redentor del mundo
R. Ten misericordia de nosotros
V. Dios Espíritu Santo
R. Ten misericordia de nosotros
V. Trinidad Santa, un solo Dios
R. Ten misericordia de nosotros

(A las siguientes invocaciones se responde: "Ten misericordia de nosotros")

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, ...
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, ...
Corazón de Jesús, Unido sustancialmente al Verbo de Dios, ...
Corazón de Jesús, Templo Santo de Dios, ...
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, ...
Corazón de Jesús, Casa de Dios y Puerta del Cielo, ...
Corazón de Jesús, Horno Ardiente de Caridad, ...
Corazón de Jesús, Santuario de Justicia y de Amor, ...
Corazón de Jesús, Lleno de Bondad y de Amor, ...
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,.. 
Corazón de Jesús, Dignísimo de toda alabanza,...
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,...
Corazón de Jesús, en Quien se hallan todoslos tesoros de la sabiduría, ... 
Corazón de Jesús, en Quien reside toda la plenitud de la  Divinidad,...
Corazón de Jesús, en Quien el Padre halló sus complacencias,...
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, ...
Corazón de Jesús, Deseo de los eternos collados, ...
Corazón de Jesús, Paciente y lleno de misericordia, ...
Corazón de Jesús, Generoso para todos los que te invocan,...
Corazón de Jesús, Fuente de vida y santidad,...
Corazón de Jesús, Propiciación por nuestros pecados,...
Corazón de Jesús, Saciado de oprobios,...
Corazón de Jesús, Hecho Obediente hasta la muerte, ...
Corazón de Jesús, Traspasado por una lanza,...
Corazón de Jesús, Fuente de todo consuelo,...
Corazón de Jesús, Vida y resurrección nuestra,...
Corazón de Jesús, Paz y reconciliación nuestra,...
Corazón de Jesús, Víctima por los pecadores, ...
Corazón de Jesús, Salvación de los que en ti esperan,...
Corazón de Jesús, Esperanza de los que en ti mueren, ...
Corazón de Jesús, Delicia de todos los Santos,...

Cordero de Dios,  que quitas el pecado del mundo,
- Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
- Escúchanos Señor.
Jesús Manso y Humilde de Corazón,
- Haz nuestro corazón semejante al Tuyo.

ORACIÓN

Oh Dios Todopoderoso y Eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a quienes te piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

El Camino de María

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Presencia de María en el origen de la Iglesia.
El rostro materno de María en los primeros siglos.
El rostro de la Madre del Redentor.
La Virgen María en la Sagrada Escritura y en la reflexión teológica.
María en la experiencia espiritual de la Iglesia.
Influencia de María en la vida de la Iglesia.
María y el valor de la mujer.
El papel de la mujer a la luz de María.
Presencia de María en el Concilio Vaticano II.

 
La fe de la Iglesia en María.
 
Finalidad y método de la exposición de la doctrina mariana.
María en la perspectiva trinitaria.
María en el Protoevangelio.
Anuncio de la maternidad mesiánica.
La maternidad viene de Dios.
Mujeres comprometidas en la salvación del pueblo.
La nobleza moral de la mujer.
La hija de Sión.
La nueva hija de Sión.
La «llena de gracia».
La santidad perfecta de María.
La Inmaculada Concepción.
María Inmaculada redimida por preservación.
La definición dogmática del privilegio de la Inmaculada Concepción.
La Virgen María santa durante toda la vida.
La fe de la Virgen María.
La virginidad de María, verdad de fe.
El propósito de virginidad.
La concepción virginal de Jesús.
María, modelo de virginidad.
La unión virginal de María y José.
María siempre virgen.
La esclava obediente del Señor.
María, nueva Eva.
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En el Magníficat María celebra la obra.
María en el nacimiento de Jesús.
María, Madre de Dios.
María, educadora del Hijo de Dios.
La presentación de Jesús en el templo.
La profecía de Simeón asocia a María al destino doloroso de su Hijo.
La cooperación de la mujer en el misterio de la Redención.
Jesús, perdido y hallado en el templo.
María en la vida oculta de Jesús.
María en las bodas de Caná.
En Caná, María induce a Jesús a realizar el primer milagro.
La participación de María en la vida pública de Jesús.
María, al pie de la cruz, partícipe del drama de la Redención.
La Virgen María cooperadora en la obra de la Redención.
«Mujer, he ahí a tu hijo».
«He ahí a tu Madre».
María y la resurrección de Cristo.
María y el don del Espíritu.
La dormición de la Madre de Dios.
La Asunción de María, verdad de fe.
La Asunción de María en la tradición de la Iglesia.
María, Reina del universo.
 
El papel de María en la Iglesia
 
María, miembro muy eminente de la Iglesia.
María, tipo y modelo de la Iglesia.
La Virgen María, modelo de la maternidad de la Iglesia.
La Virgen María, modelo de la virginidad de la Iglesia.
La Virgen María, modelo de la santidad de la Iglesia.
La Virgen María, modelo de la Iglesia en el culto divino.
María, Madre de la Iglesia.
La intercesión celestial de la Madre de la divina gracia.
María Mediadora.
El culto a la Virgen María.
Naturaleza del culto mariano.
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La oración a María.
Madre de la unidad y de la esperanza.
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