Edición nro. 87
Oh Virgen fiel,
que fuiste siempre solícita y dispuesta a recibir,
conservar y meditar la Palabra de Dios!:
Haz
que también nosotros, en medio de las dramáticas vicisitudes de
la historia, sepamos mantener siempre intacta nuestra fe cristiana.
Nuestra Señora del Carmen
El
Escapulario del Carmen y el privilegio sabatino
"...A
la verdad, no dejará la piadosísima Madre que sus hijos que expían
sus culpas en el purgatorio, no consigan cuanto antes la vida eterna
por su intervención delante de Dios, en conformidad con el privilegio
sabatino...". (Pio
XII, Carta Magna del Escapulario del Carmen. 1950)
En la historia de
la piedad mariana aparece la devoción al Escapulario de la
Virgen del Carmen. Su difusión es verdaderamente universal y
sin duda se le aplican las palabras conciliares sobre las prácticas
y ejercicios de piedad "recomendados a lo largo de los siglos
por el Magisterio".
El Escapulario
del Carmen es una forma reducida del hábito religioso de la
Orden de Hermanos de la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo: se
ha convertido en una devoción muy extendida e incluso más allá de
la vinculación a la vida y espiritualidad de la familia carmelitana,
el escapulario conserva una especie de sintonía con la misma.
El escapulario es
un signo exterior de la relación especial, filial y confiada,
que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los
devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda
confianza a su intercesión maternal; recuerda la primacía de la
vida espiritual y la necesidad de la oración.
El escapulario se
impone con un rito particular de la Iglesia, en el que se declara
que "recuerda el propósito bautismal de revestirse de Cristo,
con la ayuda de la Virgen Madre, solícita de nuestra conformación
con el Verbo hecho hombre, para alabanza de la Trinidad, para que
llevando el vestido nupcial, lleguemos a la patria del cielo".
La imposición del
escapulario del Carmen, como la de otros escapularios, "se debe
reconducir a la seriedad de sus orígenes: no debe ser un acto más
o menos improvisado, sino el momento final de una cuidadosa
preparación, en la que el fiel se hace consciente de la naturaleza
y de los objetivos de la asociación a la que se adhiere y de los
compromisos de vida que asume". (Directorio sobre la Piedad
Popular y la Liturgia, 205).
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En la comunidad de
los creyentes en oración, María está presente, no sólo en los
orígenes de la fe, sino en todo tiempo. (Juan Pablo II,
Angelus 13-11-83)
Estimado
Suscriptor/a de El Camino de María
En
uno de los párrafos del capítulo
VI
de la Carta
Encíclica Ecclesia de Eucharistia,
Juan Pablo II escribe: " Puesto
que el Magnificat expresa la espiritualidad de María, nada
nos ayuda a vivir mejor el Misterio eucarístico que esta
espiritualidad. ¡La Eucaristía se nos ha dado para que nuestra
vida sea, como la de María, toda ella un Magnificat!
Por
su parte Pablo VI, escribió «...Así aparece Ella en la visita a la madre del Precursor, donde abre su espíritu en expresiones de glorificación a Dios, de humildad, de fe, de esperanza:
tal es el Magníficat, la oración por excelencia de María, el canto de los tiempos mesiánicos, en el que confluyen la exultación del Antiguo y del Nuevo Israel» (Exhortación Apostólica
Marialis cultus, 18).
Precisamente
esta edición de
"El Camino de María" está dedicada
a contemplar algunos aspectos de la Oración de María, a
través de la Catequesis de Juan Pablo II, y con la ayuda de Ella,
que es Maestra de Oración. Recordemos algunos
de los textos de la Sagrada Escritura, describiendo aspectos de la
Oración de María:
-
Maria, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas
en su corazón (Lc 2,19).
- Su Madre guardaba fielmente todas estas cosas en su corazón (Lc
2,51).
- Todos éstos perseveraban unánimes en la oración con María,
la Madre de Jesús (Act 1, 14)
Esta
edición de "El Camino de María" la hemos digitalizado
y compilado en forma de Libro Digital, que Usted puede
descargar a su computadora desde la siguiente dirección de
nuestro Centro de Descargas de los Libros Digitales de la
Colección Virgo Fidelis:
http://virgofidelis.com.ar//paFileDB/pafiledb.php?action=file&id=8
,
nos despedimos de Usted hasta la próxima semana, implorando la
bendición y protección de Nuestra Señora del Carmen, cuya
Fiesta celebramos hoy,
con el Magnificat.
«
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos,
enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre »
(Lc 1,
46-55).
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Marisa
y Eduardo Vinante
Editores
de "El Camino de María".
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