%EmailAddress% :  Esta edición la puede leer y/o imprimir en:

http://www.mariamediadora.com/Oracion/Newsletter798.htm

http://twitter.com/MariaMediadora 

«Exulte hoy toda la creación y se estremezca de gozo la naturaleza. Alégrese el Cielo en las alturas y las nubes esparzan la justicia. Destilen los montes dulzura de miel y júbilo las colinas, porque el Señor ha tenido misericordia de su pueblo y nos ha suscitado un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, es decir, en esta Inmaculada y Purísima Virgen, por Quien llega la salud y la esperanza a los pueblos"

San Andrés de Creta


 

EL CAMINO DE MARÍA

Edición 798

8 de diciembre . LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

 


Querido/a Suscriptor/a de "El Camino de María"

%EmailAddress%

En esta Solemnidad de la Inmaculada Concepción fijemos los ojos en María Santísima como en la Estrella que nos guía en nuestro caminar terreno. Contemplémosla en la eterna economía divina como la Puerta abierta, a través de la cual debe venir el Redentor del mundo.

Toda nuestra esperanza de Adviento se concentra en torno a Ella: en torno al misterio de su Inmaculada Concepción, en el que, con la potencia de la elección divina, es superada la heredad originaria del pecado.

El Beato Juan Pablo II enseñaba lo siguiente en la Audiencia del 12 de junio de 1996: "La definición dogmática de la Inmaculada Concepción":

"...La convicción de que María fue preservada de toda mancha de pecado ya desde su concepción, hasta el punto de que ha sido llamada toda santa, se fue imponiendo progresivamente en la liturgia y en la teología. Ese desarrollo suscitó, al inicio del siglo XIX, un movimiento de peticiones en favor de una definición dogmática del privilegio de la Inmaculada Concepción."

"El Papa Pío IX, hacia la mitad de ese siglo, con el deseo de acoger esa demanda, después de haber consultado a los teólogos, pidió a los obispos su opinión acerca de la oportunidad y la posibilidad de esa definición, convocando casi un concilio por escrito. El resultado fue significativo: la inmensa mayoría de los 604 obispos respondió de forma positiva a la pregunta."

"Después de una consulta tan amplia, que pone de relieve la preocupación que tenía mi venerado predecesor por expresar, en la definición del dogma, la fe de la Iglesia, se comenzó con el mismo esmero la redacción del documento. La comisión especial de teólogos, creada por Pío IX para la certificación de la doctrina revelada, atribuyó un papel esencial a la praxis eclesial. Y este criterio influyó en la formulación del dogma, que otorgó más importancia a las expresiones de lo que se vivía en la Iglesia, de la fe y del culto del pueblo cristiano, que a las determinaciones escolásticas."

"Finalmente, en el año 1854, Pío IX, con la Bula Ineffabilis Deus, proclamó solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción:
 
 «...Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser, por tanto, firme y constantemente creída por todos los fieles» ...
".
 
 
 
 
 

Monstra Te esse Matrem’, Oh Virgen Inmaculada.

 

Oh María, Virgen Inmaculada, también este año, nos volvemos a encontrar con amor filial a los pies de esta tu imagen para renovarte el homenaje de la comunidad cristiana y de la ciudad de Roma. Aquí nos detenemos en oración, siguiendo la tradición inaugurada de los Papas precedentes, en el día solemne en el que la liturgia celebra tu Inmaculada Concepción, misterio que es fuente de gozo y de esperanza para todos los redimidos. Te saludamos y te invocamos con las palabras del Ángel: ‘Llena de gracia’ (Lc 1,28), el nombre más bello, con el cual Dios mismo te ha llamado desde la eternidad.

‘Llena de gracia’ eres Tú, María, llena del Amor Divino desde el primer instante de tu existencia, providencialmente predestinada a ser la Madre del Redentor, e íntimamente asociada a Él en el misterio de la salvación. En tu Inmaculada Concepción brilla la vocación de los discípulos de Cristo, llamados a convertirse, con su gracia, santos e inmaculados en el amor (cfr Ef 1,4). En Ti brilla la dignidad de todo ser humano, que es siempre precioso a los ojos del Creador. Quien a Ti dirige la mirada, oh Madre Toda Santa, no pierde la serenidad, por más duras que sean las pruebas de la vida. A pesar de la triste experiencia del pecado, que afea la dignidad de los hijos de Dios, quien a Ti recurre redescubre la belleza de la verdad y del amor, y vuelve a encontrar el camino que conduce a la casa del Padre.

‘Llena de gracia’ eres Tú, María, que acogiendo con tu ‘sí’ los proyectos del Creador, nos has abierto el camino de la salvación. Con tu ejemplo, enséñanos a pronunciar también nuestro ‘sí’ a la voluntad del Señor. Un ‘sí’ que se une a tu ‘sí’ sin reservas y sin sombras, que el Padre ha querido tener necesidad para generar al hombre nuevo, el Cristo, único Salvador del mundo y de la historia. Danos el valor de decir “no” a los engaños del poder, del dinero, del placer; a las riquezas deshonestas, a la corrupción y a la hipocresía, al egoísmo y a la violencia. ‘No’ al maligno, príncipe de la mentira en este mundo. ‘Sí’ a Cristo, que destruye la potencia del mal con la omnipotencia del Amor. Sabemos que solo los corazones convertidos al Amor, que es Dios pueden construir un futuro mejor para todos.

¡‘Llena de gracia’ eres Tú, María! ¡Tu nombre es para todas las generaciones garantía de segura esperanza. Sí! Porque, como escribe el sumo poeta Dante, para nosotros mortales Tú “eres de esperanza fuente de vida” (Par., XXXIII, 12). A esta fuente de tu Corazón Inmaculado, venimos una vez mas peregrinos confiados a recibir fe y consuelo, gozo y amor, seguridad y paz.

Monstra Te esse Matrem’, Oh Virgen Inmaculada.

Muéstrate Madre tierna y con premura por los habitantes de esta tu ciudad, para que el auténtico espíritu evangélico los anime y oriente sus comportamientos.

Muéstrate Madre y guardiana vigilante de Italia y Europa, para que de las antiguas raíces cristianas los pueblos sepan tomar la linfa para construir su presente y su futuro.

Muéstrate Madre próvida y misericordiosa por el mundo entero, para que, respetando la dignidad humana dignidad y rechazando toda forma de violencia y de explotación, se coloquen bases sólidas para la civilización del amor.

Muéstrate Madre especialmente de aquellos que tienen más necesidad: de los indefensos, de los marginados y los excluidos, de las víctimas de una sociedad que a menudo sacrifica al hombre por otros fines e intereses.

Muéstrate Madre de todos, oh María, y danos a Cristo, la esperanza del mundo.

Monstra Te esse Matrem’, oh Virgen Inmaculada, llena de gracia!

Homenaje a la Inmaculada. 8 de diciembre de 2006

 

MARÍA INMACULADA, PRIMERA MARAVILLA DE LA REDENCIÓN

 

Audiencia general del miércoles 7 de diciembre de 1983 

 
 
Queridos hermanas y hermanos
 
1. La fiesta que celebramos mañana, queridísimos hermanos y hermanas, nos sitúa en presencia de la obra maestra realizada por Dios con la Redención. María Inmaculada es la criatura perfectamente rescatada: mientras todos los demás seres humanos son liberados del pecado, Ella fue preservada de él, por la gracia redentora de Cristo.   
 
La Inmaculada Concepción es un privilegio único que convenía a Aquella que estaba destinada a convertirse en la Madre del Salvador. Cuando el Padre decidió enviar su Hijo al mundo, quiso que naciera de una mujer, por obra del Espíritu Santo, y que esta mujer fuese absolutamente pura, para acoger en su seno y luego en sus brazos maternos al que es la santidad perfecta. Entre la Madre y el Hijo quiso que no existiera barrera alguna; ninguna sombra debía ofuscar sus relaciones. Por esto María fue hecha Inmaculada: ni siquiera por un instante la rozó el pecado.
 
Esta es la belleza que el ángel Gabriel, en la Anunciación, contemplaba al acercarse a María: "Dios te salve, llena de gracia" (Lc 1, 28). Lo que distingue a la Virgen de Nazaret de todas las demás criaturas, es la plenitud de gracia que hay en Ella. 

María no sólo recibió gracias; en Ella todo está dominado y dirigido por la gracia, desde el origen de su existencia. Ella no sólo ha sido preservada del pecado original, sino que ha recibido una perfección admirable de santidad.

 
Es la criatura ideal, como Dios la había soñado; una criatura en la que jamás hubo el más pequeño obstáculo a la voluntad divina. Por el hecho de estar totalmente penetrada de la gracia, en el interior de su alma todo es armonía, y la belleza del ser divino se refleja en Ella de la manera más impresionante. 
   
2. Nosotros debemos comprender el sentido de esta perfección inmaculada a la luz de la obra redentora de Cristo. En la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, se muestra a María "preservada inmune de toda mancha de pecado original, desde el primer instante de su concepción, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano" (DS 2803). Ella, pues, se benefició, con anticipación, de los méritos del sacrificio de la Cruz.
 
La creación de un alma llena de gracia aparecía como la acción de Dios sobre la degradación producida, tanto en la mujer como en el hombre, a consecuencia del drama del pecado. Según el relato bíblico de la caída de Adán y Eva, Dios infligió a la mujer una sanción por la culpa cometida, pero incluso antes de formular esta sanción, comenzó a desvelar un designio de salvación en el que la mujer se convertiría en su primera aliada. En el oráculo, llamado Protoevangelio, Él dictaminó a la serpiente tentadora que había llevado a la pareja al pecado: "Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo: Este te aplastará la cabeza y tú le acecharás al calcañal" (Gén 3, 15). Al establecer una hostilidad entre el demonio y la mujer, manifestaba su intención de tomar a la mujer como la primera asociada en su alianza, con miras a la victoria que el Descendiente de la mujer reportaría sobre el enemigo del género humano.
 
La hostilidad entre el demonio y la mujer se manifestó de la manera más completa en María. Con la Inmaculada Concepción fue decretada la victoria perfecta de la gracia divina en la mujer, como reacción contra la derrota sufrida por Eva en el pecado de los orígenes. En María se realizó la reconciliación de Dios con la humanidad, pero de manera que María misma no tuvo necesidad de ser reconciliada personalmente, porque habiendo sido preservada de la culpa original, vivió siempre de acuerdo con Dios.
  
En María se realizó verdaderamente la obra de la reconciliación, porque recibió de Dios la plenitud de la gracia en virtud del sacrificio redentor de Cristo. En Ella se manifestó el efecto de este sacrificio con una pureza total y una floración maravillosa de santidad. María Inmaculada es la primera maravilla de la Redención.   
 
3. La perfección otorgada a María no debe causarnos la impresión de que su vida en la tierra haya sido una especie de vida celestial, muy distante de la nuestra. Ella conoció las dificultades cotidianas y las pruebas de la vida humana; vivió en la oscuridad que lleva consigo la fe. Ella, no menos que Jesús, experimentó la tentación y el sufrimiento de las luchas íntimas. Podemos imaginar cómo se vería sacudida por el drama de la Pasión del Hijo. Sería un error pensar que la vida de Aquella que era llena de gracia, haya sido una vida fácil, cómoda. María compartió todo lo que pertenece a nuestra condición terrena, con cuanto tiene de exigente y penoso.   
 
Hay que observar, sobre todo, que María fue creada Inmaculada, a fin de poder actuar mejor en favor nuestro. La plenitud de gracia le permitió cumplir perfectamente su misión de colaborar en la obra de salvación: dio el máximo valor a su cooperación al sacrificio. Cuando María presentó al Padre su Hijo clavado en la Cruz, la ofrenda dolorosa fue totalmente pura. 
 
Y ahora, la Virgen Inmaculada, también en virtud de la pureza de su corazón, nos ayuda a tender hacia la perfección que Ella ha conseguido. Por los pecadores, o sea, por todos nosotros, recibió una gracia excepcional. En su calidad de Madre, trata de hacer partícipes de algún modo a todos sus hijos terrenos en el favor con que fue personalmente enriquecida. María intercede ante su Hijo para obtenernos misericordia y perdón. Ella se inclina invisiblemente sobre todos los que viven en la angustia espiritual para socorrerlos y llevarlos a la reconciliación. El privilegio único de su Inmaculada Concepción la pone al servicio de todos y constituye una alegría para cuantos la consideran como su Madre.
 

ACTO DE CONSAGRACIÓN DEL PAPA FRANCISCO

AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Bienaventurada María, Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia materna
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones 
que te llaman bienaventurada.

Celebramos en Ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con Misericordia sobre la humanidad afligida por el mal
y herida por el pecado, para sanarla y salvarla.


Acoge con benevolencia de madre 
el acto por el nos ponemos hoy bajo tu protección
con confianza, ante esta tu imagen 
tan querida por todos nosotros.

Estamos seguros que cada uno de nosotros es preciosos a tus ojos
y que nada te es ajeno de todo lo que habita en nuestros corazones.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la caricia consoladora de tu sonrisa.

Protege nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza cada deseo de bien; reaviva y alimenta la fe;
sostiene e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros en el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección hacia los pequeños y los pobres,
hacia los excluidos y los que sufren, por los pecadores
y por los que tienen el corazón perdido: 

Reúne a todos bajo tu protección y a todos entrégales
a tu Hijo dilecto, el Señor Nuestro, Jesús. Amén.

 http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=N4ysYiDmljQ

© 2002-2013 - MariaMediadora.com  . All Rights Reserved

EL CAMINO DE MARÍA . Edición número 798 para %EmailAddress%

Enviada por marisayeduardo@santorosario.info

%EmailAddress% : Invite a sus amigos y conocidos a suscribirse a la Newsletter "EL CAMINO DE MARÍA" .

Deben llenar un simple formulario en la siguiente dirección de nuestro sitio:

http://www.mariamediadora.com/formulario.html

Share |